La marca es una estilización de las clásicas letras vascas utilizadas para la talla en madera de la señalización de caseríos, villas y txokos. Los pequeños rombos de la marca quieren enfatizar esta idea, sugiriendo los típicos clavos gigantes con los que se fijaban a las fachadas de piedra.
La marca se combina a su vez con una textura clásica de mantel de cocina, pero en gamas de color atrevidas y llamativas. Con ello conseguimos una imagen de marca con un atractivo equilibrio entre un tono clásico y contemporáneo.